Imagínate de volver atrás con el tiempo, y tener la posibilidad de sumergirte en una época antigua, disfrutar de la atmósfera y caminar entre antiguos muros y palacios históricos, mansiones señoriales y fuentes antiguas. He aquí lo que significa descubrir Siena.
Siena se encuentra en el corazón de Toscana, es una ciudad pequeña, famosa en el mundo por su Palio (carrera de caballos), es un tesoro medieval ubicado en Campaña. Visitar Siena significa descubrir la ciudad caminando por sus callejuelas aún cerradas dentro de sus muros. El centro histórico perfectamente conservado está dividido entre 17 distritos, verdaderos y propios barrios llenos de vida y cultura.
La visita se realizará partiendo desde la majestuosa Basílica de San Domenico (San Domingo), primer convento Dominicio en Toscana, construido en el siglo XIII, lugar de conservación de la reliquia de la cabeza de Santa Caterina de Siena, patrona de la ciudad, de Italia y de Europa. Santa Caterina nace, de hecho, a pocos pasos de aquí, en el barrio del arte de la lana, cuya familia, en el 300, era una de las más ilustres representantes. Saliendo de la Basílica se abrirá frente a tí un extraordinario punto panorámico sobre la ciudad con la Catedral y la Torre del Mangia; un lugar que no puedes perderte e inclusive para sacar muchas fotos.
Continuando a caminar hacia el centro, la segunda parada es Plaza Salimbeni; una plaza extraordinaria, sede del viejo castillo de Salimbeni, familia de banqueros y mercantes, con sus espléndidos palacios renacentistas. En la plaza se encuentra el Monte de Paschi di Siena, el banco más antiguo del mundo (fundado en 1472) y aún hoy es uno de los institutos de crédito más importante.
De Salimbeni nuestro tour continua largo la calle Banchi di Sopra, trazado largo la antigua calle Francigena: la calle de la peregrinación que atravesaba Europa. Esta calle fue en el Medioevo la principal calle que los peregrinos atravesaban para dirigirse a Roma, pero fue también una exuberante vía de comercio que contribuyó notablemente a la suerte económica de Siena.
Continuando por ese camino, delante a tí se abre Plaza Tolomeo, con su prestigioso palacio del 1200, pertenecido a la familia Tolomeo, acérrimos enemigos de Salimbeni. En esta plaza dominada por la Iglesia de San Cristoforo, antiguo centro de la ciudad antes de la construcción de la Plaza del Campo, podrás descubrir una de las muchas estatuas de la Loba con Rómulo y Remo, homenaje del 800 a los antiguos orígenes de la ciudad. Según la leyenda, Siena fue fundada por los hijos de Remo, Senio y Ascanio, huidos del tío y de Roma.
Siempre siguiendo la calle Francigena, nuestro itinerario nos lleva a la Cruz del Travaglio que cruza la ciudad en la que se asoma la Loggia de la Mercancía (Logia de la Mercancía), palacio espectacular del 400. Pasando al lado de la logia, bajando las escaleras y pasando bajo el arco, delante de nosotros aparece una de las plazas más bonitas de Italia: Plaza del Campo. Uno de los espacios urbanos más interesantes de la ciudad, rico de símbolos y con una conformación que recuerda aquella de una caracola. El color dominante es el rojo de los ladrillos que la pavimentar y la dividen en segmentos; al centro de la vista despunta el Palacio Público de Siena.
El Palacio, edificado entre 1293 y 1310, se convirtió en el prototipo de los grandes palacios de la nobleza sieneses. Sede del Gobierno de la República de Siena, el Palacio conserva en su interior los maravillosos frescos del ciclo pictórico del Bueno y el Malo Gobierno de Ambrogio Lorenzetti. Estos frescos, realizados en el 300, servían de advertencia a los gobernantes de la República, garantizando que a guiarlos sea siempre la justicia.
Al lado del Palacio encontramos la Capilla de Plaza y arriba de la misma se erige la imponente Torre del Mangia, llamada así por Giovanni Mangiaguadagni (come Ahorros) el guardián que tenía la tarea de sonar las horas de las campanas encima de la torre alta de 88 metros. Además de su belleza arquitectónica, la plaza es un lugar donde se realiza cada año, el famoso Palio de Siena, aquí será posible disfrutar de la atmósfera e identificarse en una de las corridas de caballos más antiguas y tradicionales del mundo.
La visita a la ciudad continuará pero no antes de haber saboreado los dulces típicos de Siena, probando desde el histórico Café Nannini el Panforte, el Panpepato y el Ricciarelli, para aprovechar en todos los sentidos la esencia de la ciudad. El recorrido al descubrimiento de Siena se conclude en la parte más alta de la ciudad, donde la majestuosidad de la Catedral y de sus mármoles policromo, sus estatuas y decoraciones, te dejarán sin aliento. Descubriremos como la Catedral de Siena sea un espléndido proyecto arquitectónico llevado adelante durante siglos, transformado muchas veces, cuya grandeza te deja hoy maravillado. Ejemplo perfecto del gótico italiano, cada elemento externo está decorado y al interior se conserva obras maestras como la Librería Piccolomini, óperas de Miguel Ángel, Donatello, Bernini, Nicola Pisano y otras. Descubriremos juntos el “pavimento más bello del mundo“ completamente realizado en mármol incrustado.
Después de que te llenas los ojos de todas estas maravillosas imágenes, regresaremos hacia la Plaza del Campo para gustar una buena copa de Chianti sumergidos en la historia.
Letizia Castelli
Guía Turística y Arqueóloga
Habilitada sobre Arezzo, Siena y provincias